Y un criado le dio una bofetada. (Jn 18,22) Jesús no queriendo pasar por alto La falsa interpretación de que le hubiera faltado el respeto diciéndole la verdad al sumo sacerdote, replicó con mesurado acento: _sí hablé mal de muéstrame En qué_(Jn 18,23). ¡Oh! Dios mío dice San Efrén ¿cómo no se hundió el universo entre las tinieblas, cuando te veo sufrir ultraje tan grande?
El creador que hizo al hombre de un poco de tierra, recibe una bofetada de aquella mano que el mismo formó.
A pesar de todo, es tanta la misericordia del Señor, qué San Juan Crisóstomo y varios otros autores muy antiguos, afirman que la mansa respuesta de Jesús, abrió a la luz de la verdad los ojos del desdichado sacrílego y que más tarde se hizo Cristiano.
Elocuente lección para el orgullo nuestro que no sabe sufrir una palabra hiriente, un gesto de menosprecio o la contradicción más leve sin reclamar justicia, sino con expresiones de amargura y soberbia.
Jesús callaba, y nosotros: ¿Para qué tratar de contradecir a esos falsos testimonios que por sí mismo se destruyen? ¿Para qué defenderse, cuando la injusticia de los hombres no es, sino la abundancia de lo que tienen en su corazón?
Señor Jesús enséñanos a callar en momentos de contradicciones y ofensas y así, evitaremos después muchos momentos de angustia.
Queremos ser Santos y humildes como tú. Que el Señor te conceda La Paz.