Para no Olvidar
Tres cosas nos deben mover a la conversión.
*La Primera* la insistencia de Jesús acerca de que hay que estar preparados porque a la hora que menos pensemos vendrá Él a tomarnos cuentas y a dar a cada cual según haya sido su propia conducta.
*La Segunda* la insistencia de Jesús para que atesoremos allá donde nadie podrá robar nuestros tesoros, ni habrá polilla que destruya nuestras riquezas, y a no ser como el rico imprudente que se guardó todo para él solo, y se fue a la eternidad con las manos vacías.
*La Tercera* que los pobres en esta tierra serán los ricos en la eternidad, y que los ricos de este mundo pueden llegar a ser los pobres y en la otra vida si ahora no comparten sus riquezas con los necesitados, como le sucedió al rico Epulón que no quiso ayudar al pobre Lázaro.
Jesús comparó a sus seguidores y su reino con el sembrador que esparce la semilla y aguarda a ver qué frutos produce, y nos previene para que pensemos si los que recibimos el mensaje somos como el piso duro del camino, o si somos de los que dejan que la palabra de Dios se sienta ahogada por las preocupaciones materiales, o si en cambio somos terreno fértil en el cual la semilla de la palabra produce fruto abundante.
Señor que escuchemos siempre tu palabra y la pongamos en práctica.
Que el Señor te conceda la Paz.
*Siervos de la Familia de Nazaret*