La radio, un medio para acercarnos más a la palabra de Dios
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15)
Los avances de la tecnología ofrecen a la comunidad mayores facilidades para acceder a la información. Sin embargo, la radio todavía juega un rol importante en el mundo. Se trata de algo más que locutores, noticias o canciones. Tiene que ver con una conexión emocional y espiritual con los oyentes.
Gracias a las transmisiones radiales, es posible obtener información en tiempo real durante las 24 horas del día. La radio tiene la capacidad de traspasar fronteras y es considerada como una de las fuentes más confiables para la audiencia. Este atributo es muy importante, especialmente en épocas de fake news que se difunden fácilmente por internet.
La radio es necesaria en momentos de emergencia, cuando el acceso a la red se cae como consecuencia de una sobrecarga o en caso se corten las líneas telefónicas. Incluso cuando no hay electricidad, la mayoría de dispositivos radiales pueden funcionar con baterías o tienen la capacidad de activarse de forma manual.
La radio en la comunidad católica
Si nos centramos en la comunidad de la Iglesia Católica, la radio proporciona una oportunidad para recibir mensajes sobre actividades comunitarias regulares, eventos especiales, y lo más importante, nos acerca más a la Palabra de Dios.
Durante su papado, Benedicto XVI ofreció sentidas palabras dedicadas a las emisoras de radio católicas de todo el mundo, destacando la importancia que tienen para aquellas personas que no comulgan la fe católica o tienen otras creencias.
“Las palabras que transmiten llegan a innumerables personas, algunas de las cuales están solas y reciben un regalo consolador. Algunas sienten curiosidad e intriga por lo que escuchan, algunas nunca asisten a la iglesia porque pertenecen a diferentes religiones o a ninguna religión en absoluto, otros nunca han escuchado el nombre de Jesucristo, pero a través de su servicio llegan a escuchar las palabras de salvación”, dice el mensaje.
Años después, el Papa Francisco reivindicó las palabras de su antecesor, al afirmar que las estaciones de radio católicas son en la actualidad el púlpito más inmediato que tiene la comunidad.
“A través de la radio, podemos proclamar los valores humanos, los valores religiosos y, sobre todo, podemos proclamar a Jesucristo, el Señor. Podemos hacer un lugar para el Señor en nuestros asuntos”, expresó durante una visita a Río de Janeiro, en Brasil.
Una voz en español para la comunidad latina
Desde sus cimientos, la radio suscitó gran interés por parte de la Iglesia Católica, que vio en este medio una gran oportunidad para comunicar contenidos religiosos, incluyendo la propia voz del Papa, traduciéndola a diferentes idiomas para que su labor apostólica y misionera llegue a todos los países del mundo.
De hecho, los programas de Radio Vaticano han estado disponibles en español prácticamente desde su fundación, y en pocos años los contenidos se empezaron a transmitir de forma diaria, incluyendo el Ángelus, el Santo Rosario, la Liturgia de las Horas y la Santa Misa. Dicha entidad se encarga de cooperar con múltiples emisoras afiliadas en toda Latinoamérica.
Pero, ¿cuál es la importancia de tener la voz del Santo Padre en directo y en español para los latinos en Estados Unidos? Podemos enumerar varias razones:
- En principio, su mensaje evangelizador está disponible para todos, en especial para las personas que no dominan el inglés. Además, no es necesario estar afiliado a algún servicio en particular.
- La radio llega a todas las personas, sin importar en qué lugar se encuentren o cuál sea su estatus social. Es una invitación a reflexionar.
- Está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Se puede escuchar al desayunar, mientras se trabaja, conduciendo o en cualquier otro momento.
- Es una forma eficaz para que otras producciones relacionadas con la fe católica rindan frutos en la comunidad.
Tal como se manifiesta en Marcos 16:15, Jesucristo encomendó a sus discípulos ir por el mundo y difundir su Palabra. En ese entonces, el evangelio se transmitía de boca a boca, pasando por los manuscritos hasta llegar a la radio, considerada hoy como un importante impulso difusor del cristianismo.