Ya se está en época decembrina, y las tradiciones comienzan a formar parte del día a día. Para la iglesia católica comienza una fecha importante, a partir del domingo 29 de Noviembre hasta el 24 de Diciembre, donde los católicos se preparan para el nuevo año litúrgico de adviento. La pablara proviene del Latín “venida / Llegada” para dar lugar a la Venida de Cristo. Este tiempo es de oración, de paciencia, de espera con la finalidad de estar con un corazón agradecido, con un alma purificada para recibir a Jesucristo.
El tiempo de adviento, es de aproximadamente 22/ 23 días, que la iglesia católica considera un tiempo especial, único y de paz, procurando la renovación personal, el arrepentimiento de pecados, y el crecimiento de la fe cristiana católica. Celebrar el acontecimiento de la llegada de Jesucristo, es un gran honor dentro de la iglesia católica y también en muchos hogares que disfrutan de ese momento de reconciliación con Dios.
Adviento en la fe católica
Esta celebración es un importante acontecimiento para los católicos, es un momento de espíritu de vigilia donde la casa cristina se convierte en un lugar especial, preparado para el día de la llegada, los creyentes católicos comparan este proceso como la preparación de la casa para esperar a un invitado muy especial y celebrar su estancia con ellos. Esta celebración se realiza los cuatro domingos durante el tiempo de adviento, antes de la noche buena y es preparar el alma para recibir a Cristo y celebrar su presencia.
Durante estos domingos la Iglesia católica dedica la liturgia de la misa a contemplar el momento de espera, a fortalecer la fe, y formar una nueva persona creyente. Utilizan adornos festivos alusivos a la época, y el color morado forma parte de los ornamentos para representar sacrificios y penitencias por los pecados cometidos, lo que lleva a los creyentes al arrepentimiento. De igual forma esta celebración, no solo se lleva a cabo en la iglesia, también en los hogares católicos se prepara un ambiente de oración.
Los adornos utilizados para preparar la fiesta, tiene sus significados representativos para el momento, las palmas de olivo tiene su significado en la inmortalidad, hace referencia a un Dios eterno y viviente, las velas representan luz, la luz y amor que ilumina la vida, la elaboración de pesebre, identificando el camino recorrido para el momento de la llegada de Jesucristo, y todo ese círculo de adornos solo trae una señal a los creyentes y es la señal del amor de Dios y la obediencia hacia Él.
También se puede ver en algunos creyentes, la elaboración de una planificación mucho más particular, aprovechan el tiempo para limpiar, ordenar, cambiar algunas cosas de la casa, con el propósito de crear un ambiente especial para orar, y para recibir al invitado especial Cristo. Es un tiempo de reflexión para los cristianos católicos, es una ayuda espiritual, un momento de paz para comenzar un nuevo año siendo mejor persona y con una fe firme e inquebrantable.
El papel de la Navidad en el Adviento
La navidad es una de las celebraciones más significativas en el cristianismo, ya que se conmemora el nacimiento de Jesucristo. La preparación de la Iglesia y de los hogares de los creyentes denota que habrá algo muy especial; la utilización de colores específicos para adornar juega un papel muy fundamental en la espera. Rojos, verde, dorado y blanco, son los colores usados para tal fin, que representan amor, esperanza, riqueza, prosperidad, pureza y alegría.
La etapa decembrina representa esa fiesta llena de felicidad, emoción, comida, regalos y unión donde se comparte lo más especial de la vida, es un tiempo donde se puede limpiar el corazón y mostrar generosidad, bondad y cariño hacia los semejantes, es una etapa que tiene como propósito indicar que pronto llegara un nuevo año, donde cada persona puede liberar y reconocer sus fallas y pecados, limpiase, purificarse, reconciliarse con Dios y comenzar un año afianzados en la Fe y en su amor.
Las celebraciones, suelen ser tan atractivas que permiten llamar la atención de las personas en los tiempos de navidad, las reuniones familiares, las fiestas, y el tiempo de diversión suele ser muy común en el comienzo del Adviento, sin embargo la navidad se debe tomar como esa celebración especial y llena de alegría que hace la espera de Cristo más atractiva, es el tiempo de reflexión que permite recodar el pasado, vivir el presente y preparar el futuro de todos los cristianos.